Todos los países de la Unión Europea han acordado garantizar la seguridad de los ahorros de las personas. Por lo tanto, siguiendo las directrices de la Unión Europea, se han implementado planes nacionales de garantía de depósitos para proteger a los bancos que albergan los ahorros de los clientes particulares.
En caso de una crisis financiera, si un banco no puede devolver los depósitos de sus clientes a tiempo, el plan nacional de garantía de depósitos intervendrá para realizar los pagos. Cada cliente está asegurado hasta 100.000 EUR por banco (o su equivalente en la moneda local, actualizado periódicamente). Los estados fuera de la zona euro garantizan que los pagos a los depositantes en moneda local sean equivalentes a los establecidos en la Directiva UE 2009/14/EC.
La protección de los inversores se ha fortalecido con la última Directiva 2014/49/UE, la cual se ha implementado gradualmente en todos los estados miembros de la UE desde julio de 2015. Para obtener más información consulta la Directiva UE 2014/49/EU.